Tóxica conciencia de víctima: es el proceso por el que las mujeres has sido metidas en la clase “actuemos en consecuencia” enfatizándose un desproporcionado victimismo, donde realmente no existe nada o no hay nada probado.
En “Las Mujeres No Benefician a: La Ciencia” (las mujeres no benefician la ciencia) Yo subrayé como el victimismo tóxico las limita y las socializa socavando sus propios logros. El victimismo tóxico promueve la percepción de que las mujeres están “Actuando en consecuencia” en vez de ser actores. Cuando la sociedad promueve el victimismo tóxico, no hay necesidad de limitar poner restricciones legales, financieras o sociales a las mujeres. En cambio las mujeres se limitarán ellas mismas mediante su propio vendaje mental en los pies.
Aquí observaré un reciente y muy exitoso esfuerzo para fabricar un ropaje completa para el tóxico victimismo femenino, el CDC’s 2010 National Intimate Partner and Sexual Violence Survey (La encuesta nacional sobre violencia sexual y de pareja del 2010 del CDC).
Los números muy publicitados sobre violación de esta encuesta da que 1 de cada 5 mujeres versus 1 de cada 71 hombres son violadas en el transcurso de su vida. (Si es que la tasa de hombres violados es informada ) Veamos como la “mujer como víctima” resolvió este intríngulis
Pregunta: ¿cuando se trata de violación o no? Respuesta cuando el violador usa su vagina.
La primera cosa a hacer notar es que el NIPSVS decidió que un hombre forzado a tener sexo con mujeres no es violación. Pensemos en esto otra vez. El NIPSVS determina que los hombres son en su mayoría perpetradores de violación. 98% de las victimas femeninas de violación y el 93% de las victimas masculinas tuvieron un perpetrador masculino. Una mujer metiendo sus dedos en el ano de un hombre es violación, pero una mujer refregando su vagina sobre su pene no lo es. Lo último no se clasifica como violación, sino como “se hizo penetrar” y se coloca en la categoría de “otros actos de violencia sexual”
Lógicamente, si se define a violación como penetración pero no al envainamiento terminaremos con un arbitrariamente gran número de hombres violadores comparando con mujeres violadoras.
La violación podría fácilmente definirse como envainamiento forzado, lo cual es tan arbitrario como la redefinición de violación del NIPSVS. Si
se hiciera así encontraríamos que el 80% o más de los violadores son
mujeres. Lo cual es tan fatuo como la inversa.
Entonces ¿por qué hay significativamente más hombres violadores que mujeres violadoras? Porque cuando las mujeres violan usan sus vaginas y eso no es violación eso es “otros actos de violencia sexual” Los hombres son la abrumadora mayoría de los violadores y las mujeres son la abrumadoras mayoría de las victimas porque la violación está definida de tal manera que asegura que esto sea así.
El Verdadero Riesgo de Violación en los Últimos Doce Meses
Debería notarse que el NIPSVS no presenta estadísticas sobre victimas masculinas de violación perpetradas en los últimos 12 meses.
Esto es interesante porque el 2000 National Violence Against Women Survey (El relevamiento nacional 2000 sobre violencia contra la mujer) encontró que el 0.3% de las mujeres y 0.1% de los varones dijeron haber sido violados vía penetración en los últimos 12 meses.
El NIPSVS dice: “Las estimaciones de victimas masculinas violadas por otros tipos de perpetradores estuvieron basados en números demasiados pequeños para calcular una estimación confiable y por lo tanto no son informados”.
El NIPSVS encuesto 18.000 personas; el NVAWS encuesto 16000. El riesgo de violación de hombres por otros hombres toma un pendiente pronunciada entre la encuesta de NVAW la de NIPSVS?
Afortunadamente el NIPSVS hizo el seguimiento del riesgo de “ser penetrado” por hombres en el último año. Resulto 1.1% idéntico al de mujeres que “hicieron envainamiento” Si el acto forzado de envainamiento se clasifica correctamente como violación- una mujer forzando a un hombre a tener sexo usando su vagina, la vagina siendo uno de los dos instrumentos más corrientemente usados para el sexo — entonces se encuentra un riesgo igual de violación entre
hombres y mujeres en los últimos doce meses.
¿Por qué entonces es el riesgo de ser violado durante la vida tan diferente?
Los Hombres Violan Las Mujeres Son Violadas
Los investigadores en el campo de la recuperación de recuerdos traumáticos, notan que a mayor periodo de tiempo desde un evento traumático, la persona a la que se le pide recordarlo, es menos probable que lo recuerde. Como funciona esto en las encuentras, en las que se piden recuerdos traumáticos en los últimos seis meses tiene menos falsas negativas que en aquellas que se pide recordar eventos traumáticos en los últimos 12 meses lo que a su vez dará menos falsas negativas que si se considera toda la vida
En los hombres este efecto es más pronunciado.
El 16% de los hombres con casos documentados de abuso sexual tuvieron en cuenta sus experiencias de abuso sexual en la temprana infancia comparados con el 64% de las mujeres con casos documentados de abuso sexual. Estas diferencias entre sexos pueden reflejar inadecuadas técnicas de medición o una falta de deseos de los hombres de abrir esta información (Widom and Morris 1997).
Solamente el 16% de los hombres con historias de casos documentados de abuso sexual infantil revelo ese abuso en una encuesta que indagaba sobre abuso sexual infantil. Dieciséis por ciento de hombres contra el sesenta por ciento de mujeres.
Estas cantidades dan tasa de confesión de abuso sexual cuatro veces mayor en mujeres que en varones ¿Es de extrañar entonces que la encuesta del CDC (corrigiendo su categorización errónea) haya encontrado que 18.3% de las mujeres y el 6.2% de los varones haya sido víctima durante sus vida? Comparando la tasa de abuso sexual durante la vida, para varones y mujeres se nota que se evalúa mal al determinar sus relativos riesgos de violencia sexual, simplemente porque los hombres revelan episodios de abuso sexual en su infancia cuatro veces menos frecuentemente que las mujeres. Podrían existir muchas razones para esto. Es improbable que sea debido a que el abuso sexual en varones sea menos traumático y esto incluye varones violados por mujeres. Por ejemplo el vinculo entre abuso sexual e intentos de suicidio es mayor en niños varones (Rhodes et al. 2001) y los niños varones abusados tienen el doble de tendencia al suicidio. (Molnar et al. 2001) que las niñas abusadas. Además de esto hay un factor de riesgo para hombres abusados sexualmente, a ser abusadores si su abusador fue mujer (Salter et al. 2003.)
Una posible razón para que los hombre no revelen o incluso olviden es bastante simple: nuestra sociedad no permite ni cree posible el abuso de varones. En cierta manera se acepta que hombres abusen de niños varones pero no que los niños sean abusados por mujeres ni que hombres adultos sean abusados por nadie.
En un estudio sobre los efectos de intervalos de retención y sexo en la percepción de la violencia, Ahola et al. (2009) hallaron que testigos oculares consideraron a las perpetradoras femeninas menos violentas que los hombres, cuando informaron después de un intervalo de una o dos semanas que cuando lo describieron a los diez minutos Ahola et al. (2009) propusieron que en un lapso de tiempo los testigos reinterpretaron el comportamiento de los perpetradores para ajustarlos a los estereotipos de sexo en lo que hace a la violencia.
Widom and Morris (1997) propusieron que un proceso similar ocurre cuando la victimas masculinas de abuso sexual (particularmente por mujeres) que después de un tiempo reinterpretan sus victimización para encajar con la predominante narrativa social vigente respecto al abuso sexual: que eso le sucede a las mujeres y es algo perpetrado por hombres. Ellos harán esto re encuadrando al abuso en la categoría de consensual o como rito de pasaje o como menos violento que lo que fue o directamente olvidándolo completamente. Cuanto más tiempo pasa, mas los recuerdos se acomodan a la narrativa social dominante.
Las diferencia de género en el informe y en las percepciones de las experiencias de la niñez pueden reflejar tempranas experiencias de socialización en las que los hombres aprenden a ver estos comportamientos como no predatorios y no abusivos. Muchas de las experiencias sexuales consideradas abusos (mostrar y tocar los órganos sexuales, besar en forma sexual ) pueden ser vistos como ritos de desarrollo o de pasaje, parte de un proceso de aprendizaje (Widom and Morris 1997.)
Nótese que este “olvido” no significa que no haya efecto psicológico; solo que la fuente de ese efecto fue sepultada convirtiéndose en un silencioso gatillo de comportamientos auto destructivos.
La Verdadera Relación Entre Violadores Masculinos y Femeninos.
Si miramos estadísticas más confiables, el riesgo de violación en los últimos 12 meses, y subsanamos el error del NIPSVS en la clasificación de envainamiento forzado como otro tipo de ataque sexual y no como violación; veremos 80% de informes masculinos de violadoras y el 98% de informes femeninos de violadores.(Esta estimación basada en el sexo de los perpetradores reportados por ataque sexual en su vida. No hay razón para pensar que el numero de perpetradoras de envainamiento forzado declinarían entre el periodo de toda la vida y el periodo de los últimos 12 meses: en todo caso podría aumentar)
Puesto que hubo a grosso modo igual número de hombres (forzados a penetrar) y mujeres (forzadas a envainar) en el último año, si miramos una población de 100 víctimas de violación 50 de los cuales son varones y 50 mujeres y aplicamos las estadísticas en la que 80% de los varones fueron víctimas de violación por mujeres obtenemos 40 víctimas masculinas violadas por mujeres.
Esto funciona para un 40% de violadores mujeres y un 60% de violadores varones Esto está muy lejos de lo que se afirma de que más del 95% de los violadores son varones.[1]
Victimización Femenina Instantánea Solamente Agregue Los Medios.
La cautelosa y menos sensacionalista posición para tomar basándose en los hallazgos de NIPSVS es que los hombres y mujeres están expuestos a igual riesgos de violación y que la proporción de hombres a mujeres violadores no está significativamente influida por el sexo.[2]
Pero esto no es obviamente lo que nadie quiere oír. Por el contrario, la NIPSVS fabrica una no existente victimismo femenino mediante primero redefiniendo violación de manera que excluya la mayoría de las victimizaciones de mujer a varón. Luego los medios principales (y otras partes interesadas en la victimización femenina) siguen eligiendo las estadísticas que más se relacionan con informes erróneos en tanto desechan estadísticas más confiables que sugieren paridad y ulteriormente ignoran las relación de abusadoras mujer a varón. (40/60).[3]
Y así desde una encuesta que sugiere fuertemente que ni la victimización por violación ni la perpetración de violación es significativamente influida por el sexo, tenemos el grito resonante de que LOS HOMBRES SON VIOLADORES / LAS MUJERES SON VIOLADAS
Los hombres actúan sobre las mujeres se actúa.
Y el monstruo sigue bramando
Referencias
Ahola A. S., Justice needs a blindfold: Effects of defendants’ gender and attractiveness on judicial evaluation. 2010.
Black M., Basile K. C., Breiding M. J. , Smith S. G. , Walters M. L. ,
Merrick M. T, Chen J. and Steven M. R., The National Intimate Partner and Sexual Violence Survey(NIPSVS): 2010 Summary Report, National Center for Injury Prevention and Control, Centers for Disease Control and
Prevention, November 2011. (See especially pp18-19, page 24, & page 84 on how “made to penetrate” openly defined as not rape and thus relegated to something undefined.)
Rhodes A. E, Boyle M. H. , Tonmyr L., Wekerle C., Goodman D., Leslie B.,
Mironova P., Bethell J., and Manion I., Sex Differences in Childhood
Sexual Abuse and Suicide-Related Behaviors, Suicide and Life-Threatening Behavior 41(3) June 2011
Molnar B. E., Berkman L. F. and Buka S. L., Psychopathology, childhood sexual abuse and other childhood adversities : relative links to subsequent suicidal behaviour in the US, Psychological Medicine, 2001, 31, 965–977.
Salter D., McMillan D., Richards M., Talbot T., Hodges J., Bentovim A., Hastings R., Stevenson J., Skuse D., Development of sexually abusive behaviour in sexually victimized males: a longitudinal study, The Lancet, Vol. 361, February 8, 2003
Tjaden, P. & Thoennes, N. , Findings From the National Violence Against Women Survey(NVAWS), Full Report of the Prevalence, Incidence, and Consequences of Violence Against Women, U.S. Department of Justice, Office of Justice Programs, National Institute of Justice, November 2000
Widom C. S. and Morris S., Accuracy of Adult Recollections of Childhood Victimization: Part 2. Childhood Sexual Abuse, Psychological Assessment, Vol. 9, No. l, 34-46, 1997
[1] Cuando la violación por gente del mismo sexo se excluye, el ratio es 44/56 hombres/mujeres violadores. Una razón por la cual se debería excluir a las violaciones del mismo sexo para tener una imagen precisa de la proporción por género de los violadores es porque la violación de hombres a hombres podría estar inflada en comparación con la violación de mujeres a mujeres debido a la enorme población de hombres encarcelados y ex-encarcelados. La mayor tasa de violación de hombre a hombre podría ser un subproducto de que más hombres que mujeres están dando vueltas por los campos de violación de la sociedad (también conocidos como “prisiones).
[2] El sesgo moderado en favor de los violadores hombres podría ser un resultado de usar entrevistadoras mujeres. No estamos seguros hasta que se haga una encuesta que requiera que las víctimas hombre de agresoras mujeres hablen de su victimización a una entrevistadora mujer. Probablemente la NIPSVS usó entrevistadoras mujeres preferencialmente para capturar lo que más puedan de la victimización femenina como sea posible; la lógica es que las mujeres tienen mayor tendencia a abrirse ante otras mujeres.
[3] La tasa de 80% de perpetradoras mujeres de envainamiento forzado se basa en una idea de números de riesgos. Sin embargo, es probable que le ratio de hombres sobre mujeres violadores quienes forzaron a un hombre a envainar no cambie significativamente en el periodo de tiempo de entre los 12 meses y toda la vida. Si hay algún cambio, pedir a los hombres que reporten el abuso cometido por mujeres a través de sus vidas probablemente contabiliza la proporción de violadoras mujeres puesto que la violación de mujeres a hombres no es congruente con nuestros estereotipos sexuales en cuanto a violación y género. Datos adicionales sobre este problema son provistos por Proyectores de Coerción Sexual. A pesar de que Proyectores sólo estudió poblaciones universitarias, se encontró una paridad en riesgo de victimización de violaciones entre hombres y mujeres durante los últimos 12 meses. 2,3% de las mujeres y 3,0% de los hombres reportaron ser forzados a tener sexo, lo cual nos da un ratio de 57/43 de violadores mujeres/hombres.
Originalmente publicado en el sitio web de Typhon, Genderratic y a principios de este año fue publicado en A Voice For Men. También recomendamos su canal de Youtube Curio Emporium.
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